El Conicet inicia esta historia.

     Fundado en 1958, desde este Consejo, con el Dr. Bernardo A. Houssay como Presidente del Directorio, se organizaron las bases para un desarrollo científico y tecnológico argentino. En una primera etapa se dio preeminencia a la constitución de un programa nacional de becas para la investigación, a la creación de la carrera del investigador y a un programa de subsidios para la investigación. Estas tres medidas básicas contribuyeron al surgimiento de nuevos grupos de investigadores, a la vez que se alentaba la labor de los equipos ya existentes para facilitar su pleno rendimiento. Unos y otros volcaron su acción especialmente en las cátedras e institutos universitarios. Y desde el Consejo se apoyaron las actividades mediante la creación, a través de convenios de distinto tipo, de instituciones tales como: Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE - Córdoba), Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología de Pinturas (La Plata), Instituto Nacional de Limnología (INALI - Santo Tomé - Santa. Fe), Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC - Santa. Fe), Planta Piloto de Ingeniería Química (Bahía Blanca), entre muchas otras.

Dando continuidad a las tareas antes mencionadas, desde 1971 el Conicet encaró la construcción de Centros Regionales (CCRR), un proyecto de indudable trascendencia para el desarrollo científico-técnico de nuestro país. Éstos deberían estar dotados de la infraestructura necesaria para la instalación de institutos y laboratorios (verdaderos "parques científicos", similares a los conocidos "parques industriales"), dedicados a la investigación básica y aplicada relacionada con los recursos naturales de la región, adecuados a sus necesidades de desarrollo y contar con los mecanismos que aseguraran la transferencia de conocimientos y la formación de recursos humanos a nivel de posgrado. De esta manera comenzó a hacerse realidad lo que siempre había constituido una inquietud permanente del Consejo desde su fundación.

      Al mismo tiempo, la existencia en el país de equipos universitarios de investigadores que gozaban de merecido prestigio en el ámbito internacional -como ocurre en la actualidad-, permitió contar con los recursos humanos indispensables para constituir nuevos grupos que pudieran iniciar su labor en condiciones óptimas, con la consiguiente economía de tiempo y recursos financieros. Igualmente, se satisfizo una premisa básica del Conicet: descentralizar geográficamente la investigación científica y técnica a fin de contribuir a la integración del país.

      Así, gradualmente, Rosario, Mendoza, La Plata, Bahía Blanca, Puerto Madryn, Ushuaia, entre otras ciudades, pasaron a contar con CCRR.

      El turno de la "Ciudad de las Convenciones"

      Entre los objetivos originales de la creación del Ceride en la ciudad de Santa Fe, el principal residió en que se tratara de un verdadero modelo de "polo científico-tecnológico" -denominación vigente aún hoy- del más alto nivel tanto en el país como en el contexto latinoamericano. Al mismo tiempo, se lo definió como un complejo integrado e interdisciplinario: integrado, por cuanto los diferentes institutos que lo compusieran contarían con una serie de servicios centralizados de uso común, lo cual permitiría asegurar la máxima economía de recursos (por ejemplo, los servicios Analíticos Especializados, el Centro de Cómputos, etc.); e interdisciplinario, porque la concentración de los Institutos respondía a la necesidad de organizar programas de investigación comunes.

     Así fue, en el origen, este proyecto que cambió para adaptarse a nuevos aires.

      Según el ambicioso Programa de 1976, y respetando los tiempos verbales, "en UAT (ex CERIDE) se trata de implementar un complejo tecnológico científicamente integrado. En tal sentido, a la par de los cuatro Institutos Principales de Desarrollo (para la Industria Química, la Industria Biológica, la Industria Eléctrica y Electrónica y la Industria Mecánica), se integran dos Institutos que hacen a los aspectos fundamentales de la Socioeconomía de Procesos, a saber: el Instituto de Economía Aplicada al Desarrollo Industrial y su similar de Sociología Aplicada al Desarrollo Industrial. De cualquier forma, no pueden estar ausentes del Centro las disciplinas básicas fundamentales, las que dan origen a los Institutos de Química, Física, Matemáticas y Biología Aplicada". Y continúa: "Estos diez Institutos, que tienen como causa principal los cuatro primeros, generan una serie de necesidades comunes que son abastecidas por los Servicios y Talleres. Se planifican así: los Servicios Centralizados de Grandes Instrumentos (SeCeGrIn), de Computación y de Biblioteca y Documentación, por una parte, y los Talleres de Electrónica, Electricidad, Mecánica, Carpintería, Vidrio, Impresiones, Encuadernaciones, y de Dibujo, Duplicación y Fotografía. El conjunto anteriormente descripto de Institutos, Servicios y Talleres, se complementa finalmente con un Auditorium, Comedores, Suministros Generales (electricidad, vapor, agua, residuos, garages, etc.), la Portería General, la Administración Central, y las previsiones para Viviendas y Guardería".

      Por otra parte, también se establecía que "podrán incorporarse al Centro, Institutos, Laboratorios o grupos de investigación de la Universidad, el Conicet y cualquier otra institución oficial o privada mediante convenios específicos". Al respecto, los siguientes institutos de investigación están integrados al Ceride: los ya citados Intec e Inali, el Instituto de Desarrollo y Diseño (INGAR), el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (INCAPE) y el Instituto de Matemática Aplicada del Litoral (IMAL).

      Para hacer frente con mayor eficiencia a los nuevos desafíos que plantea la sociedad del siglo XXI el Centro se está traslando a su nuevo emplazamiento en el Paraje El Pozo, al norte de la ruta nacional 168 que hoy se denomina Predio CONICET Santa Fe

      A partir de la resolución Nº 3111 de fines de diciembre de 2006, el Directorio del CONICET pone en marcha en la región su nueva estructura de centros científico-tecnológicos que constituirán la base de su renovada conformación institucional. Santa Fe es una de las primeras plazas en las que dicha estructura se aplica, creándose el Centro Científico- Tecnológico (CCT) CONICET - SANTA FE.

      En este nuevo marco el CERIDE se transforma en la Unidad de Administración para el Territorio (UAT) del CCT CONICET Santa Fe y que tiene 3 metas fundacionales centrales y estrechamente vinculada:
            1.- La integración, como forma precisa de la consolidación de los recursos del CONICET en la zona.
            2.- La descentralización, como mejora indispensable al dota a los mecanismos administrativos e institucionales de una mayor independencia.
            3.- la proyección, como forma de mantener y mejorar la inserción lograda por el CONICET en la región que alberga, solamente en el área de la ciudad de Santa Fe a más de 550 personas.


Esta información volcada en este comentario, es para que no se dejen llevar por los dichos de que, el Gobierno Nacional, aporta dinero para la investigación, debería aclararce que este es un crédito que se le permitirá, a partir de las 17 hs, cuando la Presidente pise suelo santafesino, tomar como propio, lo que muchas empresas dedicadas a mejorar la calidad de vida, estan haciendo en el CERIDE, que es patrimonio provincial y no un trabajo de los K, en nuestra provincia.


Aclarar tambien que según los dichos de los mismos empleados del CERIDE, unicamente trabajaran hoy, los que pertenecen a la planta afectada por el corte de cinta, dado que para seguridad de la Presidente, todo el resto, es decir el 80% de los empleados, tendrán asueto administrativo, y además luego de descender el avión en el aeropuerto de Sauce Viejo, via helicóptero llegará al CERIDE, evitando de esta manera tener contacto con la ciudadanía, por miedo seguramente a recibir los mismos insultos que en la ciudad de Parana, días pasados.