Es envidiable lo verborrágica que puede llegar a ser una persona que miente un sentimiento, ese sentimiento que ella demuestra, es una falacia enorme, ya que fue parte del barzo armado(según sus dichos), que lucho contra los militares en la década del 70, tanto cambian sus sentimientos para con los soldados, suboficiales y oficiales que murieron en combate, cuando ni nombra a los que murieron bajo las balas de la elit de Montoneros.
Ella tambien es una asesina, asesina del futuro, y de la verdad de un pasado que no nos deja superar, ella que enarbola las banderas de la igualdad social, subsidiando a las madres de plaza de mayo, con millones de pesos, y a las madres de los excombatientes con pensiones de miseria, que para algunos se va en psicólogos.
La vida de los exsoldados, de la década del 70, es muy dura, y nadie repara en el daño moral que muchos recibimos, expuestos a que por la espalda nos acribillen, en los casos que como yo eramos custodia, épocas muy duras para toda una sociedad y no solamente para los alterados con sueños de poder, y que veían en la villas del conurbano bonaerense, el tour social que les permitía lavar sus conciencias.
Yo conocí a muchos que dejaban los Torino Grand Routier, a 3 ó 4 cuadras de las concentraciones, y vestidos con ropas sencillas, gritaban por la igualdad social, trasnochados de un mundo irreal, y construido a base de dolor y odio.
Me duele, porque en la Isla quedaron amigos míos, en las frías aguas del Mar Argentino, navegaron las ilusiones de muchos otros, y aquí en mi País, la hipocrecía llora y ríe ante las cámaras, con inexcrupuloso sarcasmo.
Sinceramente Yo, no compartiría una mesa con la persona que más heridas sigue abriendo, cuando este dolor se debe pasar con comprensión y no con rencor. Cuando no nos defiende ni nos entrega un reconocimiento, tal vez no quiera reconocerlos porque al reconocerlos a ellos nos debería reconocer a los que luchamos del otro bando, en la guerra más sucia, que entristesio nuestro país.
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