Al final, no era tan trágico el llegar, tal vez sea trágico no saber llegar, ahora el medio siglo está más cerca aún, y no se si estaré preparado, pero es bueno y será mucho mejor planear de ante mano como entrar en una nueva etapa.
La hora del balance al comenzar a andar los 50, te depara un horizonte distinto, donde en vez de ser compinche( que es lo que más me gusta), deberé por obligación ser más ejemplo que amigo, aunque mis hijos son más maduros que yo, porque la vida hoy no les está permitiendo disfrutar de lo que yo si disfrute, mal o bien, pero ya.
La verdad de la milanesa, como decíamos en la decada del 70, es llegar y después ver con que nos encontramos, hoy por hoy tengo una muy buena compañera, por no decir la mejor,(para que no se agrande), la cual es mi cable a tierra, tengo tres hijos que son la palanca involuntaria, que me empuja hacia arriba cada vez que creo caer.
La vida no me a sonreido mucho, me a quitado cosas que no había disfrutado plenamente, y me a dado vuelta la cara de otras por no entendernos, y por otras pavadas que mejor ni pienso, o se me agrea el vino.
Me dió familia para los momentos duros y amigos que no conocía que me saludan con un abrazo grande en el momento justo.
Me da y me quita...pero así es la vida...lista para vivirla y nada más, que otra cosa nos queda si somos tan solo artistas en la comedia que nos toca vivir, con un papel escrito a medias y mucho de improvisación.
Tan solo gracias me queda por decir, a los que están o tan solo pasaron, a los que ya se fueron y no volverán, o a aquellos que no se quisieron detener, gracias a todos ellos, y mil disculpas si en algo los defraudé, he hechos todo lo posible para que eso no pasara.
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