El saber aprender de una derrota, es lo que hace diferentes a los sabios de los ignorantes, el saber leer el mensaje del pueblo es lo que da vida a un sistema político, el ser humilde es lo que diferencia al grande del miserable capaz de mentir por el mero rédito del poder.
Tal vez desde mi humilde silla yo no pueda comprender algunos dichos del hoy...Aquellos que no me votan son los gorilas de siempre, que descreen del peronismo auténtico,...ó El santafesino sufre del síndrome de Stocolmo, al volver a votar al Lole, dichos que con el paso del tiempo los actores de este libreto hbrían preferido, seguramente morderse la lengua antes de haber hablado.
La democracia permite expresarse y algunas veces no les deja cerrar la boca por sí mismos, saber callar a tiempo, todos tenemos esa oportunidad, hay que saber usarla, pero eso es mucho pedir cuando el poder es el que está en juego.
Ayer mismo hablando con gente de mi entorno les comentaba que se venía el tiempo de las componendas, ya que el oficialismo tiene un gran poder económico e intentaría sumar a sus filas, sin entender los mensajer, a todos aquellos que ganaron pero que todavía seguían bailando con la misma marcha, inocentes mis interlocutores me dijeron que no porque los tiempos eran otros y bla, bla, bla, pero después del discurso presidencial, quedó marcada ya la intención de este y sobran palabras.
Ya nadie quiere hablar del 2011, pero no hay otro futuro para ellos, las testimoniales ya dejaron de tener peso y los ejecutores no largan el hueso, nadie renuncia y todos quieren seguir comiendo del garn queso nacional...y la Yegua sigue inmersa en su burbuja, que no le permite ni ver, ni sentir, ni oir el lamento de un pueblo que no necesita del clientelísmo político, pero sí de leyes justas que lo dejen trabajar en Paz.
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