Es inevitable, que al término de la jornada de trabajo uno se pregunte, ¿qué hago siempre recorriendo el mismo camino hacia ninguna parte?...no se discute que al no ser millonario, indigente ó político, la vida sin trabajar no es vida.
Algunos de tantos tienen todo y muchos de todos no tenemos nada, tan solo esperamos que la suerte cambie y mejore nuestra situación, que a alguno de los de arriba, se le caiga una idea y esto cambie para bien, para todos, los que de los muchos seguimos andando, por la vida trabajando y trabajando.
Es simple la vida del trabajador, cumplir y si queda tiempo exigir por nuestros derechos, los mismos que los torcidos de siempre, la tienen fácil.
No tengo muchas ganas de escribir, las experiencias mundanas son de pésimo futuro, no se avisora un cambio y lo que se lee en los periódicos, es aún peor...el mundo está mal, será contagioso.
Y para colmo, se están destapando las ollas, y se demora mucho para ver lo que está detrás de todo esto, la famosa valija, ya tiene dueño y de donde era la plata, y ahora quien los juzga, ó tan solo la justicia es para el pasado y no para el presente que nos está robando el futuro.
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