Ya son cuatro los años que han pasado desde que 194 personas, que salieron a divertirse, murieron por inhalar gases tóxicos, producto del incendio del Boliche Ciudad Cromañon, y hasta el día de hoy...NADA de NADA. Ni siquiera se sabe quien prendió la bengala, ó quien cerro con candado las puertas de emergencias, ó quien habilitó el local, o entregó bengalas a los que concurrieron, ni siquiera cuan loco está el que hacia las veces de gerente, y como estas cientos de preguntas sin contestar.
Pero lo más lamentable es que el Sr. Anibal Ibarra, ex-jefe de gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires, sigue en la gestión pública, y como buen chupa medias de los Kirchner, hablando, hablando, criticando a todos los que no bailen con la marchita oficial, y todo esto sin sentir sobre sus espaldas el peso de los 194 pibes que perdieron la vida, por salir a divertirse, y todo porque los métodos de control, en la gestión de este personaje( tan nefasto como el que encendió la bengala), no funcionaron nunca. Y en la actualidad, ya pasados 4 años, nadie da una solución a este y a todos los temas que son importantes para la sociedad, claro está que lo único atendido como corresponde es, LA SUCIEDAD POLÍTICA.
Además debemos entender que estos problemas, se suscitan dentro de un contecto social, al que nos han arrastrado estos sistemas de gobierno seudo populares, que con el clientelísmo político, quieren perdurar en el tiemo, y les importa un carajo el precio a pagar, para ellos las victimas son números, que cotizan en la bolsa de los mandados, y no afectan directamente sus bolsillos. La sociedad debe hacer un mea culpa, ya que todos estos hechos, tienen como comienzo la URNAS, en cada elección el pueblo sigue votando con el estómago y no con la cabeza, con el corazón y no razonando cada acto futuro...dice el viejo refrán,La culpa no es del chancho sino de quien le da de comer,...y este chancho se está comiendo nuestro futuro.
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